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Josefina Plá - La frontera que ni sus sueños cruzaron



María Josefina Teodora Plá Guerra Galvany, más conocida como Josefina Plá, (1903 - 1999), fue una poeta, dramaturga, periodista, crítica de arte, escultora, ceramista e historiadora, nacida en las Islas Canarias, España y naturalizada como paraguaya. Su padre, Leopoldo Plá, trabajaba en un faro. Ella era la primogénita de una familia de siete hijos.


Josefina es considerada una de las principales representantes de la Generación del 40 y una de las precursoras del feminismo en Paraguay. Su personalidad innovadora trajo modernidad al arte y la literatura paraguaya en el siglo XX y guió a varias generaciones de escritores y artistas. Es considerada la principal artista e intelectual de la cultura paraguaya del siglo XX. Su ámbito artístico y literario abarca la creación, la investigación y la docencia.



Vida personal


Desde pequeña su vida ha sido nómada, entre una isla y otra. Este inquieto ir y venir le impidió asistir a la escuela, pero completó sus estudios de forma gratuita hasta la licenciatura en comercio, desde los once años. La biblioteca de su padre fue su guía, quizás su única raíz, y desde joven le sirvió de ancla para asentar su repertorio literario y su vocación. Cuando hablamos de infancia y bibliotecas, no es difícil pensar en Marguerite Yourcenar, la escritora belga que nació en 1903, el mismo año que Josephine, y que también frecuentaba las innumerables estanterías de su padre. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Ya a los seis años, Josefina descubrió el universo de Julio Verne, Víctor Hugo, Honoré de Balzac, Gustave Flaubert, Homero, Benito Pérez Galdós y otros. La niña, que ya deletreaba a los dos años, también lee en francés y empezó a escribir a los cuatro años, cuando envió una carta felicitando a su abuela materna por el Año Nuevo.


“No sabía, pobre de mí, que esa carta era un símbolo, un signo o una premonición que anunciaba que mi destino era escribir toda mi vida, año tras año, día tras día”, dice Josefina sobre el hecho, recordando que Escribir era compulsivo en ella, aunque su padre se lo prohibía -ya que “la literatura no da futuro a nadie”.

Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


La literatura, su única ancla


Un encendedor oficial del estado no vive en un solo faro. Por eso la vida de la pequeña Josefina fue un viaje continuo de una playa a otra. Los viajes en barco, para seguir la vida urbana y resolver burocracias o comprar suministros, fueron constantes en su recorrido. ¿Qué múltiples direcciones podría haber imaginado con las huellas que dejaba en las aguas el barco que iba y venía? Sus ojos azules se mezclaban con el color del cielo y se perdían en las nubes que adquirían la blancura de las gaviotas. Arriba y abajo, giros y vueltas de noches estrelladas. Un ritual cotidiano, hasta el amanecer, era el devenir repetitivo de aquellos días.

Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Hasta que un traslado del padre determinó que la familia abandonara Canarias para continuar hacia diversas ciudades como Guipúzcoa, Almería, Murcia, Alicante y Valencia, lugares donde pasó su adolescencia. De estos paisajes le quedaría la imagen y el recuerdo del mar; ese mar que, comparado con el río en el cuento La mano en la tierra, de 1952, representa, a modo de obsesión, los impasses entre lo viejo y lo nuevo, lo propio y lo ajeno, el sentimiento de pertenencia y el del exilio en su obra escrita: El recuerdo del mar abre inmediatamente una amplia grieta azul verdosa y salada en su pecho. Nunca volverá a verlo: de eso está segura. Nunca más (...) Qué lejos queda todo esto. (...) Cómo Dios usa a los hombres cuando creen que están usando su albedrío. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


En 1924, de vacaciones con su familia en Villajoyosa, Alicante, Plá descubrió al escultor paraguayo Andrés Campos Cervera, cuyo nombre artístico era Julián de la Herrería (1888-1937). Estuvo en España para estudiar cerámica. Se conocieron unos días antes de que ella terminara sus estudios y regresara a Paraguay. Pese a la separación, veinte meses después pidió permiso al padre de Plá para casarse con ella. La ceremonia se realizó el 17 de diciembre de 1926. En 1927, Plá se instaló con su esposo en Villa Aurélia, Asunción.



Si bien la historiografía literaria paraguaya no habla mucho de su vida antes de llegar a América, su relación sentimental con su futuro esposo tal vez no se habría fomentado si no fuera por la coincidencia de su espíritu creativo, con el bagaje intelectual que los caracterizaba. La joven ya contaba con una vasta cultura alfabetizada antes de llegar a Paraguay, sobre cuál había leído en un atlas ilustrado con grabados del siglo XVIII. Ya había publicado sus primeras expresiones literarias en algunos periódicos españoles como Almería y Alicante y en revistas como Donostia. Era una persona en constante movimiento, cuya única ancla o refugio seguro eran las cartas. Si su padre pudo haberse equivocado en el camino que eligió para ella, pero no se equivocó en su objetivo: Josefina estaba destinada a aparecer en los periódicos y los libros de historia. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


En Paraguay no fue muy bien recibida, la llamaban “gitana novata”. Durante décadas estuvo situada al margen de los círculos sociales provinciales y conservadores de la ciudad, que desaprobaban su forma de actuar. Pero esto no le impidió desarrollar una rica producción artística e intelectual.


Al inicio de su carrera se dedicó al periodismo. Durante la Guerra de Paraguay y Bolivia dirigió un polvorín para las trincheras. La crítica considera que, junto al poeta H. Campos Cervera, Josefina Plá es la iniciadora de una nueva etapa en la historia de la literatura paraguaya. Aunque escritos bajo la influencia del modernismo de Rubén Darío (que también marcó la producción de su compatriota Manuel Ortiz Guerrero), los primeros poemas de Plá denotan una nueva estética que va más allá de este movimiento para registrarse en la época contemporánea. Con versos de gran poder sensual y evocador, su poesía atrajo a escritores de la Generación del 40.


Patrulla Fronteriza


Entre idas y venidas se fue configurando la complejidad identitaria de Josefina, siempre entre dos casas, dos naciones, sin pertenecer del todo a ninguna de ellas, como afirma Stuart Hall sobre los seres híbridos. Así se refleja en sus versos:


Mi pasaporte para ciegos lo selló.

No sé cuál es mi verdadera patria.

Y constantemente deambulo por una frontera

que ni siquiera sus propios sueños se cruzaron.


Seguiría viajando mucho, pero de esos primeros años hay que destacar las dos veces que regresó a España con su marido. En junio de 1929, Josefina y Julián realizaron una nueva exposición de cerámica, cuyo éxito, mayor que el del año anterior, permitió a la pareja obtener fondos suficientes para regresar a España. Viajaron en octubre del mismo año, con el objetivo de profundizar en esta técnica. Pasaron por Madrid, Vigo, Murcia y decidieron quedarse en Manises, donde había una importante tradición en el arte del barro. A partir de esa época existen platos elaborados con cuerda seca con motivos basados ​​en temas indígenas. En 1931 se inauguró una exposición de estas piezas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con gran aprobación de la crítica y del público en general. Al año siguiente regresaron a Paraguay. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


En 1934, una vez más, no sin mucho esfuerzo, regresaron a España. Julián siempre estaría dividido entre el rigor del ambiente artístico europeo más productivo y la necesidad de promover el arte nacional en su país. Este viaje fue muy beneficioso para la pareja; De esa época son los platos que hoy conforman la colección del Museo del Centro Cultural de España Juan de Salazar, en Asunción. Estas obras llegarían a Paraguay muchos años después porque, con el fin de la Guerra Civil Española, Josefina Plá se quedaría sola y sin recursos - ni siquiera para comer - y se vería obligada a dejar las obras guardadas en un museo, pero no sin ellas. asegurando los trámites para que alguien día los recupere. Julián nunca volvería a su pequeño horno cerámico en Asunción. Una enfermedad, fácilmente curable en tiempos de paz, lo mató en tiempos de guerra. Su Espíritu de fuego, llama creativa y brasa de modernidad, sería recuperado por su esposa, a quien cariñosamente llamaba Mimí. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.



Entre guerras


En plena Guerra Civil Española ella regresó a España y apoyó al bando republicano. La muerte de su marido significó su ruina económica y fue necesario vender una colección de sellos paraguayos para poder pagar su billete de regreso a Paraguay. Allí retomó su labor como periodista, escritora y directora teatral, al mismo tiempo que investigaba nuevos campos artísticos, como el grabado y la cerámica.


De las frases o aforismos célebres de Augusto Roa Bastos, único paraguayo ganador del Premio Cervantes, la afirmación de que la desgracia enamoró al Paraguay es una de las más famosas. Después de vivir una de las economías más prolíficas e independientes de la región, el país quedó devastado por el hambre y la miseria tras la masacre de la Gran Guerra de 1870, también llamada Guerra de la Triple Alianza, pero que algunos historiadores afirman que fue cuádruple, debido para apoyar a los ingleses frente al progreso económico del Paraguay. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Al final del conflicto, quedaban pocos niños, ancianos y mujeres, menos de un tercio de la población total de la época. Un cuadro de Pedro Américo, titulado La batalla de Avaí, en el Museo de Bellas Artes de Río de Janeiro, es un claro testimonio de las condiciones desiguales de esta lucha, ya que muestra al ejército brasileño frente a madres y niños, ancianos y otras personas. civiles hambrientos. Un ejército contra un pueblo harapiento, armado con palos y lanzas. Pensar que el impactante retrato visual fue encargado por el gobierno brasileño, por quienes posiblemente intentarían ocultar estos detalles para resaltar la valentía de sus hombres. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


La batalla de Avaí, de Pedro Américo. Museo de Bellas Artes de Río de Janeiro


Cuando Josefina llega a Paraguay, cuatro décadas después de la guerra, siente el atraso social y cultural en el que ha caído el país. Aunque toda una generación romántica desvió la atención de los problemas sociales al intentar exaltar a héroes y mártires, rescatar y construir una imagen positiva de los indígenas. Rafael Barrett, otro español que pisó esas tierras, denunció el hambre y la explotación en los campos del interior y fue uno de los primeros en poner de relieve las desgracias paraguayas, que fueron, y siguen siendo, una serie de acontecimientos: guerras, golpes de Estado, contragolpes, dictaduras y corrupción. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Cuando la pareja regresó de España en 1932, se encontró con una desgracia: la Guerra del Chaco, un conflicto con los vecinos bolivianos por territorios en la región noroeste del país, que duraría tres años. Josefina se convirtió en la primera mujer corresponsal de guerra. La pareja escribe sobre las batallas y los combatientes. La temática pasa a formar parte de exposiciones que pretenden dar visibilidad a la situación del país. Años más tarde, en la década de 1980, Josefina ganaría el Premio Unión Club con el poemario Los treinta mil ausentes, inspirado en la Guerra del Chaco.


En 1933 se realizó en Buenos Aires una importante exposición, en la que la cultura paraguaya ganó transparencia, a pesar de la guerra. Además de Julián de la Herrería, participaron Delgado Rodas, Alborno Samudio y Holden Jara. Con hombres en guerra, Josefina es responsable de todo el proceso de edición e impresión del periódico. También comenzó a preparar su primer volumen de poesía, El precio de los sueños, publicado en 1934. Ese mismo año ella y Julián regresarían a Manises, sin imaginar que allí tendrían que vivir mucho más cerca de otra guerra.


La Segunda Guerra Mundial fue declarada en 1939 y una vez más Josefina, ahora con Augusto Roa Bastos, mantiene al país actualizado sobre lo que sucede, a través del programa radial Antes e Después de la Guerra, con cinco audiencias semanales, por ZPX1 Radio Liviers. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.



Feminismo y maternidad


No se puede hablar de una mujer que conquistó sola un espacio en una sociedad patriarcal, desconociendo la perspectiva de género, sobre todo porque tales circunstancias fueron quizás las que produjeron más contrastes en el escenario de Asunción: la única mujer en un periódico, la única que hablaba en El funeral de Ortiz Guerrero, que allanaría el camino para otros que vendrían después. Sus palabras así lo atestiguan:


"Al menos fue motivo de comentario que una mujer, yo, entrara así, de repente, en una reunión de hombres, o en una redacción como miembro de la nómina, "entre hombres", y alguien incluso se atrevió a demandar a su marido, que cometió tales 'deslices' inconcebibles.”


Sin embargo, Josefina evitó ser considerada feminista, pues nunca formó parte de movimientos que olieran a dogmatismo y estuvieran fuera de etiquetas. También dejó claro que no quería abordar ciertos aspectos: “no creas que soy Anaïs Nim”, le dijo una vez a Marylin Godoy. Esto no quiere decir que no tuviera conciencia de género y que no valorara los aportes del feminismo, haciendo sus críticas considerables, que en algunos aspectos pueden seguir siendo válidas:


“Los movimientos feministas han evolucionado considerablemente las mentalidades (...) Sin embargo, el pensamiento feminista aún no está definido categóricamente de la misma manera que se define cualquier movimiento evolutivo; la unificación de propósitos y la organización de entidades que se puedan sentir de alguna manera en beneficio de las mujeres económica, social y jurídicamente desatendidas”.


A la hora de abordar temas sociales, especialmente aquellos relacionados con las mujeres pobres, se la puede considerar una de las feministas paraguayas más auténticas de su tiempo. En su libro de entrevistas a mujeres paraguayas, elige contar las historias de vida más estigmatizadas: la mujer que nunca se casó, la mujer separada, la prostituta, la madre soltera. En las ilustraciones de este título, En la piel de la mujer (1987), destaca frases de sus entrevistadas que sirven como denuncia de situaciones de sumisión y violencia, además de cuestionar la paternidad irresponsable, por lo que naturalizada en un país del que tuvo que emerger con largas dificultades tras la Guerra de la Triple Alianza, repoblando por “fuerza hija”, en la expresión de uno de los personajes de sus cuentos. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Ya había publicado el libro Aportes femeninos en la literatura Nacional (1976) y sus programas de radio tuvieron espacio específico sobre este tema, además de publicar artículos en los suplementos o secciones culturales de periódicos como Informativo mujer y en la revista del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos: Enfoque de mujer, dirigida por Graziella Corvallán. Algunos de los títulos de Josefina son: Sobre el Poder Feminino (junio 1988), Violación (mayo 1991), ¿Existe una literatura específica y característicamente femenina? (1989) y Cuatro millones de abortos (1987). Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.



Los personajes femeninos de sus cuentos también muestran su preocupación por profundizar en el análisis de la condición de género. Mujeres maltratadas, hambrientas, violadas, madres, abuelas, viudas, mujeres abandonadas, condenadas a la miseria y la pobreza en grupos que casi nunca tienen una conexión feliz, pero que no caen en el pesimismo, sino que nos escupen en la cara esta dura y cruda realidad. Sin embargo, más allá de su universo literario, quizás su acto feminista más revolucionario fue su decisión de convertirse en madre soltera. Era viuda y no tenía intención de volver a casarse, pero ya tenía más de 35 años. Entonces decidió quedar embarazada sin involucrarse emocionalmente con su padre. En ese ambiente lleno de prejuicios y miedos, concibió a su hijo Ariel Plá, en 1940. Heddy Benítez, quien conoció a Josefina Plá, dice en un texto que el padre apareció para darle su apellido a su hijo y que Josefina respondió con firmeza y contundencia: “ ¡Yo también tengo apellido!” Extraído de La imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Josefina fue una autora prolífica. Tuvo publicados más de sesenta libros, entre ellos varias investigaciones únicas en su género; una treintena de obras (inició el radioteatro en Paraguay), como la exitosa comedia Aquí no pasó nada (Premio Ateneo Paraguayo - 1942); veinte colecciones de poemas, entre ellas El premio de los sueños (1934), La raíz y el amanecer (1960) y Rostros en el agua (1963); cientos de cuentos, entre los que destaca La mano en la tierra (1963), su cuento más conocido; así como ensayos sobre bilingüismo, teatro, artes y artesanías visuales, o sobre negros y británicos en Paraguay. Ha recibido numerosos premios y distinciones por su labor artística y literaria, en defensa de los derechos humanos y la igualdad de género.


Libertad y periodismo


Desde su llegada al país, Plá trabajó en la redacción como corresponsal y columnista del diario El Orden y luego de La Nación. También colaboró ​​en Radio ZPX1 El Orden, hecho que la convirtió también en la primera mujer en trabajar como locutora. Sobre este inicio en el periodismo dice lo siguiente:


“Antes de dejar Villa Aurelia trabajé en El Orden y un tiempo en La Nación. También en esos meses hice mi aparición en la radio, fui el primer locutor en la historia de la entonces recién lanzada radio paraguaya [...] Después tuve mucha creatividad en este rubro, no siempre remunerado, como locutor , aunque tenía la debida remuneración en este rubro, como libretista”.


Según algunos críticos, la actividad periodística, además de la docencia, se convirtió en los años posteriores en la principal fuente de ingresos de Josefina. Casi todos sus libros fueron introducidos por primera vez en las páginas de los periódicos, entre los que muchos escritos estarán, aún olvidados, en el archivo periodístico de la Biblioteca Nacional de Asunción.


A pesar de vivir del periodismo, no hay mucha información sobre esta actividad en la escasa crítica literaria del país, a excepción de la entrevista que le concedió aUbaldo Centurión Morínigo, publicada bajo el título Josefina Plá y el periodismo paraguayo (1996). En el libro, el entrevistador destaca la dignidad y objetividad de la escritora:


“A la hora de enviar colaboraciones literarias no le interesaba saber si la publicación era de derecha, de centro o de izquierda. Lo cierto es que estas obras no fueron creadas para adular o defender ningún comportamiento cuestionable. Nacieron de su amor por el arte y la libertad de expresión. Nacieron no para recibir beneficios, sino para transmitir convicciones honestas, traducir preocupaciones culturales o cantar la belleza con un sentimiento profundo o refinado”.


Esto no quiere decir que Josefina fuera ajena a las cuestiones sociales y políticas; Si así fuera no sería la gran Josefina Plá. Es cierto que toda su obra está comprometida con cuestiones de urgencia humana, criterio que se valora en el ejercicio de la crítica a la hora de abordar estudios sobre otros escritores. Como ejemplo de su compromiso, bastaría la anécdota de Luis Casabianca, comunista detenido durante la dictadura de Alfredo Stroessner:


En el capítulo poético El paraguas y Josefina, de sus memorias, cuenta que, cuando la policía lo persiguió y lo detuvo en la calle República de Colombia, su única arma para intentar escapar fue un paraguas. En medio de un intento inútil, entre golpes y peleas, alguien corre hacia los policías que lo arrastraban y se arriesga a preguntarle su nombre y algunos datos que ayudarían a localizarlo a él y a su familia. Sólo mucho después supe que se trataba de Josefina Plá, cuya rápida acción al contactar a la familia de Casabianca ayudó a garantizar que ella no fuera solo una más de las muchas que desaparecieron durante esos años de largo gobierno militar. En otra ocasión, en los años 1970, Josefina perdería su trabajo en la Escuela de Artes Escénicas por firmar una carta de apoyo al escritor Rubén Bareiro Saguier, detenido arbitrariamente por el mismo poder represivo. Estos hechos son una pequeña muestra del compromiso de Josefina, cuya pluma, sin ser panfletista ni partidista, nunca dejó de defender la libertad, en el sentido más amplio del término. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.



Carrera artística


Su escultura y cerámica han sido descritas como "un archivo de la historia cultural de Paraguay". Su trabajo fue ampliamente exhibido en toda América del Sur y uno de los dos murales y mosaicos que creó aún se puede ver en los jardines de la ciudad de Asunción. Algunas de sus cerámicas se encuentran expuestas en el Centro Cultural Juan de Salazar de España, en la capital paraguaya.


En la década de 1950 cofundó el Grupo Arte Nuevo junto con otros artistas, entre ellos Olga Blinder, Lilí del Mónico y José Laterza Parodi. En 1952 creó un artículo para el catálogo de la exposición de Olga Blinder que luego fue considerado un manifiesto del arte moderno en Paraguay. Fue un paso pionero hacia la creación del grupo. En 1959, en respuesta a la Exposición de Obras en el Museo de Arte Moderno de São Paulo, Plá discutió la modernización artística en dos extensos artículos periodísticos, contextualizando la exposición dentro de la cena artística local y evaluando críticamente la selección de las obras de arte.


Teatro y docencia


De Federico García Lorca, Josefina rescató no sólo la poesía. Su pasión por el teatro la hizo trabajar duro para crear y promover una dramaturgia nacional. La Escuela de Artes Escénicas fue inaugurada por ella y Roque Centurión Miranda en 1948; pero, según él, desde 1928 ya tenían actividades relacionadas con el teatro. Dentro de esa escuela se intensificó su labor como docente, otra tarea que la acompañó hasta el final de su vida. Fue responsable de algunos talleres en CCJS. En 1963, fue invitada a participar de un importante proyecto artístico: la realización del mural en el Teatro Municipal de Asunción con José Laterza Parodi. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Además de sus críticas, posiblemente fruto de su intención y vocación didáctica, que generó publicaciones como Cuatro siglos de teatro en Paraguay (1990/1). También fue profesora de cerámica en el Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA), donde enseñó a José Laterza Parodi, con quien trabajaría en varias obras. Durante varios años, en la Escuela de Arte Escénico, impartió clases de Historia del Teatro, Análisis Teatral, Accesorios Escénicos, Análisis de Personajes, Teoría Teatral, Análisis de la Obra, Teoría del Drama y Fonética. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Josefina tuvo una intensa producción dramática, en la que dio libertad a la cultura popular paraguaya, haciendo que sus personajes se expresaran en guaraní y jopará (mezcla de las dos lenguas). Sus principales obras teatrales son Aquí no ha pasado nada (1945), Hermano Francisco (1976), Festa no Rio (1977), volumen de Teatro escogido que fue publicado en 1996 por El Lector. Sobre la dedicación de Josefina al teatro, María Ángeles Pérez López destaca:


  "A su conocimiento detallado de la historia del teatro paraguayo, uno de los menos frecuentados en el ámbito hispanoamericano, le debemos, ya que es autora de una obra monumental, la Historia del Teatro Paraguayo." Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.



Carrera literaria


Josefina fue considerada una poeta de la escuela de vanguardia, junto a Hérib Campos Cervera, sobrino de su marido. Su creación literaria abarca diversos campos de la escritura y presenta asuntos vinculados a temas típicos de la historia cultural y dimensiones de la experiencia humana.


La representación de figuras femeninas es un rasgo llamativo en sus narrativas. Su poesía da voz a la esfera femenina históricamente silenciada y denuncia las prisiones sociales impuestas a las mujeres. También explora experiencias individuales contradictorias como el amor y el odio. El concepto de desplazamiento cultural es constante, a través de personajes con identidades y narrativas diasporitas, fronterizas e híbridas en muchos idiomas, que mezclan tradiciones e imaginarios culturales. Su producción literaria abarca más de cuarenta títulos, entre poesía, narrativa, teatro, historia social y cultural del Paraguay, cerámica, pintura y crítica. Colaboró ​​frecuentemente con Roque Centurión Miranda en muchas de sus obras, particularmente a partir de 1942.

 Poeta ya en la infancia

 

La poesía apareció a borbotones en su infancia y tuvo que esconderla debajo del colchón, entre libros, detrás de azulejos sueltos, en los lugares menos imaginados, hasta que un día envió a escondidas unos escritos bajo un seudónimo a una revista y pudo contemplar, también, en secreto, el placer del padre al leerlos, sin saber que eran de su hija. Apesar de eso, ella parece guardar buenos recuerdos de su padre, quien, aunque le prohibió escribir, no le impidió estudiar. Ella dice:


“Mi padre estaba decidido a que mi nombre apareciera en alguna lista de mujeres importantes”.


Le hizo estudiar, además del bachillerato, el curso de conocimientos comerciales, equivalente a contador público, y la profesión normal de docente, a lo que Josefina se negó. Según ella, su padre quería que fuera abogada, porque en aquella época sólo había dos doctores en derecho en toda España. Josefina tenía que ser la tercera, tenía que pasar a la historia como la primera abogada de España.


Pero no fue así: a pesar de las noches en que don Leopoldo entraba al cuarto de su hija para hurgar en sus pertenencias y tirar todo rastro de poesía que había producido, Josefina nunca dejó de escribir. Así como Sólor Juana Inés de la Cruz, poeta de escuela barroca, dramaturga, filósofa y monja novohispana que se vestía de hombre para tener acceso a los libros y los escondía debajo de sus faldas, Josefina logró seguir, protegida por algunos trucos, a su vocación: el destino literario ha dejado su huella. A los catorce años, tras publicar bajo seudónimo como gesto de rebelión contra la prohibición de su padre, publicó, bajo su propio nombre, Donostia, una revista de San Sebastián. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


Interpretando Brasil


Es difícil imaginar que el contacto de Josefina con el arte brasileño no influyó en esa Semana organizada en Asunción, sobre todo porque revive el nombre del principal evento de vanguardia brasileño: la Semana de Arte Moderno de São Paulo, realizada en 1922. En 1952, Había escrito una serie de artículos sobre literatura, arquitectura, danzas y otros movimientos populares del país vecino. En estos textos otorga especial importancia a la semana de 1922 y al proceso de la modernidad brasileña en general, destacando positivamente las expresiones comprometidas con las cuestiones humanas, y no con la estética de la separación drástica. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.


La serie se llamó Interpretando al Brasil y al final de cada semana estuvo presente en la sección cultural del diario , entre 1952 y 1953. En esa misma época, también se publicaron algunos artículos sobre su figura en diarios de Río de Janeiro, escrito por el rumano Estefan Baciu, que vivió exiliado en esa ciudad. La fallida Semana Del Grupo Arte Nuevo localmente hizo que muchos de sus artistas triunfaran en otras áreas, al ser invitados a la III y IV Bienal de Arte de São Paulo. En el segundo año de participación, Josefina y Laterza recibieron el premio de 35 mil cruceros, con la obra Ritmo Guaraní, y Josefina pasó a formar parte del jurado local de las bienales de 1959, 1961 y 1963. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.- Daiane Pereira Rodrigues.


Lo importante de su relación con Brasil es que en la década de 1950 Josefina inició un extenso trabajo buscando comprender el proceso de formación de la identidad paraguaya. Sus ensayos sobre Gilberto Freyre en la serie La Tribuna establecen su marco conceptual e ideológico sobre el tema. En más de un artículo reúne el trabajo del sociólogo, por su valoración de la mezcla entre indígenas, negros y europeos en la identidad brasileña. Sin embargo, va mucho más allá del autor, pues en lugar de idealizar al mestizo con la idea de democracia racial, logra captar, problematizar y denunciar las dificultades y tensiones en la formación del mestizaje, que Néstor García Canclini propuso centrarse, muchos años después, en los “procesos de hibridación”.


Muchos de los relatos de Josefina serán ejemplos de la problematización de estos procesos. La más citada por la crítica es Manos em la tierra, escrita en 1952, aunque publicada recién en 1963, en un volumen que lleva esa obra como título. Josefina fue consolidando su lenguaje moderno, siguiendo a los intelectuales de su tiempo, con las mismas inquietudes que sus contemporáneos latinoamericanos, pero logrando, quizás, un poco más. Eligió el relato que problematiza la situación de contacto entre la cultura española y la cultura indígena y mestiza paraguaya, como punto de partida de su producción narrativa, utilizando el título de su primer libro de cuentos. Extraído de Lo imposible ausente: Biografía de Josefina Plá - Daiane Pereira Rodrigues.

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