El Grande Mentecato, de Fernando Sabino
El Grande Mentecato, de Fernando Sabino, narra la vida de Geraldo Viramundo, un soñador minero de fértil imaginación y un distorsionado sentido de la justicia. Geraldo, que se hace llamar El Grande Mentecato, abandona su ciudad natal en busca de aventuras heroicas para corregir las injusticias. Sus intentos incluyen luchar contra la corrupción, liderar una revuelta de agricultores, rescatar a una joven de un burdel y fundar una ciudad utópica, todos los cuales fracasan por falta de planificación y resistencia.
Geraldo Viramundo, dado por muerto, resurge más decidido a continuar su interminable misión. La obra es una sátira social y política llena de temas como la locura, la ingenuidad y la búsqueda del sentido de la vida, utilizando el humor y la crítica.
Elogio de la locura, de Erasmo de Rotterdam
Elogio de la Locura, de Erasmo de Rotterdam, es un ensayo satírico de 1509, publicado en 1511. La protagonista es la Locura, que pronuncia un discurso elogiándose a sí misma y señalando los defectos de la sociedad, especialmente de la Iglesia y de los intelectuales. Estructurado como un monólogo, la Locura celebra sus virtudes y los beneficios que aporta, argumentando que la vida sería insoportable sin las ilusiones y autoengaños que proporciona. Erasmo utiliza la ironía y el humor para criticar la sabiduría convencional, las prácticas corruptas de la Iglesia católica, los académicos pedantes y los políticos corruptos, manteniendo un tono ligero e ingenioso. La obra es esencial para el Renacimiento, ya que refleja el espíritu humanista y desafía al lector a reevaluar creencias y comportamientos y reconocer la irracionalidad presente en la vida.
Don Quijote De la Mancha
Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes, publicado en 1605 y 1615, es una de las obras más influyentes de la literatura occidental. La historia sigue a Alonso Quijano, un noble rural que se vuelve loco tras leer demasiadas novelas de caballerías. Adopta el nombre de Don Quijote y se convierte en caballero andante en busca de aventuras para resucitar la caballería y defender a los oprimidos, acompañado de su fiel escudero, Sancho Panza. Don Quijote suele confundir la fantasía con la realidad, dando lugar a situaciones cómicas y patéticas.
Don Quijote es una figura tragicómica cuya visión romántica y heroica es admirable, pero sus acciones resultan en fiascos debido a su incapacidad para reconocer la realidad. Sancho Panza, con su visión pragmática, ofrece humor y sabiduría popular. La primera parte de la obra critica los romances de caballerías y la sociedad y muestra la tensión entre idealismo y realidad.
Crimen y castigo, de Dostoievski
En Crimen y castigo, de Dostoievski, Rodion Raskolnikov, un exalumno pobre que vive en San Petersburgo, concibe una teoría según la cual los hombres extraordinarios tienen derecho a cometer crímenes si es necesario para lograr un bien mayor. Para demostrar su teoría, decide matar a Aliona Ivanovna, una vieja y despreciable usurera, justificando que el mundo estaría mejor sin ella. Sin embargo, durante el asesinato, se ve obligado a matar también a Lizaveta, la media hermana de Aliona, que llega inesperadamente.
Después del crimen, Raskolnikov se siente consumido por una culpa y una paranoia abrumadoras. Intenta justificar sus acciones ante sí mismo y ante los demás, pero su conciencia y el miedo a ser descubierto lo llevan a un estado de confusión mental y física. El investigador policial Porfiry Petrovich comienza a sospechar de Raskolnikov y se desarrolla un intenso juego psicológico entre los dos.
Figura del Antihéroe y Locura en las Cuatro Obras
Alonso Quijano, transformado en Don Quijote, es un caballero andante que ve el mundo a través del lente de la caballería y se embarca en aventuras absurdas impulsado por su locura. Geraldo Viramundo es un personaje quijotesco que vive en búsqueda de la justicia y sueños, muchas veces de forma irracional y cómica. La Locura personificada ofrece un discurso satírico, mostrando cómo ella misma es una parte intrínseca y esencial de la vida humana.
Crítica Social y Satírica
Miguel de Cervantes critica la sociedad de su época, especialmente la obsesión por las novelas de caballerías y la incapacidad para distinguir entre realidad y fantasía. Fernando Sabino utiliza a Geraldo Viramundo para satirizar aspectos de la sociedad brasileña, incluida la burocracia, la política y las injusticias sociales. Erasmo de Rotterdam critica a la Iglesia, a los intelectuales y a las convenciones sociales, utilizando la Locura como vehículo para exponer las hipocresías y los absurdos de la sociedad.
Meta Narrativa y Reflexión Sobre la Realidad
Don Quijote es una reflexión sobre la delgada línea entre realidad y fantasía, verdad e ilusión. El ensayo Elogio de la Locura, de Erasmo de Rotterdam, es una meta narrativa que utiliza la Locura para reflexionar sobre la propia condición humana y la percepción de la realidad. Aunque menos explícito, Fernando Sabino también juega con la percepción de la realidad a través de las aventuras surrealistas y, por momentos, absurdas de Geraldo Viramundo.
Uso del Humor
En Don Quijote, Cervantes utiliza el humor y la comedia para resaltar los defectos y locuras de Don Quijote, haciendo que sus aventuras sean al mismo tiempo cómicas y trágicas. En El Grande Mentecato, Fernando Sabino utiliza el humor para abordar temas serios, lo que transforma las desventuras de Viramundo en una crítica social ligera y divertida. Erasmo de Rotterdam usa de la ironía y el humor para ofrecer una crítica mordaz y humorística de las instituciones y prácticas de su época.
Investigación de la Condición Humana
En Don Quijote, Miguel de Cervantes utiliza temas universales como el idealismo, la desilusión, la amistad y la búsqueda de sentido a la vida. El viaje de Geraldo Viramundo, en El Grande Mentecato, es una búsqueda de la justicia, de los sueños y de la naturaleza humana, con sus contradicciones y aspiraciones.
El Elogio de la Locura es una meditación sobre la irracionalidad inherente a la condición humana. El trabajo sugiere que la Locura es esencial para la felicidad y el bienestar. Estas conexiones muestran cómo las cuatro obras, cada una a su manera, abordan temas universales y atemporales, utilizando la figura del antihéroe, la crítica social y el humor para comprender la complejidad de la naturaleza humana.
¿Cómo Freud Analizaría Estas Obras y sus Personajes?
Para Freud, la Locura resulta de conflictos inconscientes no resueltos, relacionados con deseos reprimidos y traumas pasados. Estos conflictos pueden manifestarse como neurosis, psicosis u otros trastornos mentales. La Locura es vista como un fallo o una forma extrema de los mecanismos de defensa, como la represión, la negación o la proyección, que normalmente protegen al ego de ansiedades intolerables. Cuando el yo no puede mediar entre el ego (impulsos primitivos) y el superyó (normas y valores internalizados), pueden ocurrir trastornos mentales que conducen a la Locura.
Sigmund Freud, al analizar obras como Don Quijote de la Mancha y El Grande Mentecato, destacaría la Locura y el comportamiento excéntrico de los personajes como manifestaciones de conflictos internos, deseos reprimidos e intentos de afrontar la insatisfacción y la frustración. Destacaría la importancia de reconocer e integrar estos aspectos inconscientes para una comprensión más completa de la condición humana.
Freud vería en Don Quijote un ejemplo de sublimación, donde los deseos reprimidos y los conflictos internos se transforman en acciones socialmente aceptables. Don Quijote transforma sus fantasías caballerescas y deseos inconscientes en una misión "noble", utilizando la Locura como defensa contra una realidad insatisfactoria. Don Quijote intenta estar a la altura de un ideal de caballería, reflejando un conflicto entre el ego y el superyó, con Sancho Panza representando el principio de realidad.
En el caso de El Grande Mentecato, Freud interpretaría la Locura de Geraldo Viramundo como una expresión de deseos reprimidos de grandeza y reconocimiento. Sus acciones y aventuras serían intentos de cumplir fantasías de poder y heroísmo, compensando sentimientos de insuficiencia. Como Don Quijote, Viramundo vive en un conflicto entre su ego idealizado y la realidad objetiva, manifestando un ego inflado que moldea la realidad para adaptarla a sus deseos internos.
En Elogio de la Locura, Freud podría interpretar la personificación de la Locura como la representación de las fuerzas del inconsciente que desafían la racionalidad. La Locura da voz a deseos e impulsos normalmente reprimidos por el ego, exponiendo hipocresías e irracionalidades sociales. Freud vería esto como una crítica a la represión y la moralidad excesiva, sugiriendo que aceptar e integrar los aspectos irracionales de la psique es esencial para una vida plena.
En Crimen y castigo, el corazón de la novela es la lucha interna de Raskolnikov con su culpa y la búsqueda de redención en su viaje de autodescubrimiento. La historia cuestiona la justicia y la moralidad y si los fines realmente justifican los medios. Raskolnikov se aísla cada vez más y la narrativa muestra cómo esto afecta su cordura. Su conexión con su familia y con Sonia, una joven prostituta, es crucial para su redención. Dostoievski critica la sociedad rusa de la época, abordando cuestiones de pobreza, desigualdad y condición humana.
Los personajes de Dostoievski se enfrentan a menudo a crisis de fe, dilemas éticos y la lucha entre el bien y el mal, que los llevan a estados de angustia mental. La Locura en los personajes de Dostoievski a menudo se asocia con obsesiones, culpa y un abrumador sentido de responsabilidad moral. Raskolnikov experimenta una profunda locura moral y psicológica derivada de su sentimiento de culpa por el asesinato.
¿Por qué Freud en la Literatura?
La literatura es un terreno fértil para explorar las complejidades de la mente humana, especialmente en lo que respecta a la Locura. Dado que la Locura es un enorme campo de estudio en psicoanálisis, no hay nada mejor que buscar en Sigmund Freud las conexiones entre la locura en estas obras literarias. Don Quijote, El Grande Mentecato, Crimen y castigo y Elogio de la Locura ofrecen ricas perspectivas sobre la locura y la psicología humana, lo que las hace valiosas para un análisis freudiano.
Cada uno de ellos se relaciona con diferentes aspectos de la psique humana (culpabilidad, dualidad, conflictos edípicos y alienación) que son centrales para el psicoanálisis. Al examinar estas obras desde una perspectiva freudiana, podemos obtener una comprensión más profunda de los complejos mecanismos internos que contribuyen a la experiencia de la locura y el sufrimiento psicológico.
Y tú, ¿qué opinas de la locura y su presencia en la literatura? ¿Tendría cada uno de nosotros una parte de locura en este mundo moderno?
֎
Comments