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Horácio Guimarães
Protagonista de Señora Soledá, el próximo libro de Paulo Drama.
Visión
Miopía operada, vista cansada y tendencia al glaucoma controlada con una gota de colirio en cada ojo desde hace 10 años.
Misión
Escribir perfiles de personalidades famosas, al borde de la fama o esclavas de ella. Textos breves y certeros, con la ligereza de un ladrillo y el afecto de una zancadilla. Aquí los mitos caen, las hipocresías apestan y yo me divierto.
Valores
Honestidad con mal aliento, sarcasmo bien cepillado y lucidez con ojeras. Abominamos a los gurús, las frases hechas y las supuestas verdades vendidas a plazos. Despreciamos la hipocresía disfrazada de elegancia, las frases de LinkedIn, las fake news santificadas y a cualquier gurú que diga tener respuestas, especialmente si cobra por ellas.
Setenta años, un perro y una tecla entre
Este blog no es un templo, es un muro sucio donde un anciano gruñón 7.0 deja sus marcas con palabras ásperas. Escribo sobre los demás, empezando por mí, como todo viejo moralista disfrazado. Soy viudo, escritor, exeditor y sobreviviente del Brasil después de la cloroquina.
Vivo en el barrio de Pinheiros, en São Paulo, con mi perro, Botox, que tiene el pelaje blanco más ordenado que el mío.
Fui joven, guapo y engreído; hoy solo sigo siendo engreído. Me gustan la literatura rusa, la filosofía griega y los memes idiotas.
Tengo dos hijos y una vieja pasión platónica por la Clarice equivocada. Aquí no hay autoayuda ni frases motivacionales. Hay gente viva y gente que ya se fue.
No busco “me gusta”, busco provocar, rascar, irritar, hacer pensar. Mi misión es rayar el barniz, arañar las poses y hurgar en las heridas, aunque tenga artritis. Si eso le molesta, perfecto. Vas por buen camino.
