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¿Qué es la filosofía y para qué sirve?

Actualizado: 3 jul 2023



Bienvenido a la complicada filosofía


Si has llegado hasta aquí es porque, de alguna manera, te atrajo mi promesa de hacer la filosofía menos complicada. Por mucho que yo diga que mi misión es facilitar el estudio de la filosofía, eso no significa que voy a tirar todas esas palabras raras y complicadas, la mayoría de ellas de origen griego. No hay manera, no te desharás de ellos. ¡Vamos allá!


¿Qué es la filosofía? La eterna pregunta


No es nada fácil definir qué es la filosofía. Al hacer esto, ya estamos filosofando y una de las cosas más difíciles de la filosofía es el consenso. Esto, sin embargo, es muy positivo porque filosofar no es conformarse con respuestas prefabricadas sin ponerlas a prueba. Aunque es difícil, es sumamente importante explicar qué es eso que anda en la cabeza de la gente.


La palabra filosofía, de origen griego, significa amor a la sabiduría. A través de argumentos que utilizan la razón y la lógica, buscamos comprender el pensamiento humano y el conocimiento desarrollado por las sociedades. Fue fundamental para el surgimiento de una actitud crítica hacia el mundo y los hombres con el objetivo de profundizar la comprensión a través del pensamiento organizado, conceptual, crítico y reflexivo.



El pensamiento reflexivo hace que la filosofía se despliegue sobre sí misma para crear problemas para una mejor comprensión del mundo. Es un tipo de pensamiento conceptual, ya que funciona a través de la formulación y reformulación de conceptos, creando y revisando los significados que le damos al mundo. En un sentido amplio, es una actividad que las personas realizan cuando buscan comprender verdades fundamentales sobre sí mismas, sobre todo lo que les rodea, sus relaciones con el mundo y entre sí.


Origen de la filosofía


Antes de que surgieran las ciudades-estado en la Antigua Grecia, la religión, la mitología, la historia de los dioses e incluso los fenómenos de la naturaleza proporcionaban explicaciones sobre la existencia humana, su pensamiento y los problemas del mundo. El pensamiento mítico fue dando paso al pensamiento racional y crítico, de ahí surgió la filosofía.


Los términos “filosofía”, “filósofo” y “matemáticas” fueron acuñados por el filósofo griego presocrático Pitágoras. Según él: el filósofo no es dueño de la verdad, ni tiene todo el conocimiento del mundo. Es simplemente una persona que es un amigo del conocimiento.


Tales de Mileto fue el primer filósofo occidental. Nació en la ciudad de Mileto, vivió entre el 624 y el 546 a.C. y fue un exitoso comerciante en Asia Menor. En sus numerosos viajes descubrió la astronomía babilónica y las matemáticas egipcias, de inspiración hindú.


Algunos historiadores destacan el contacto de los griegos con el pensamiento oriental en el primer período de la filosofía y su importancia en lo que hicieron pensadores chinos como Lao Tse, Confucio y Mo Tse. Por tanto, aunque los griegos crearon el pensamiento filosófico, su inspiración provino del contacto con los pueblos orientales.



El concepto y objeto de estudio de la filosofía


La mayoría de las veces la filosofía trata con elementos abstractos. Por tanto, una de las preguntas más fundamentales es precisamente sobre la esencia de las cosas, es decir, ¿qué es? Esta pregunta puede llevar a otras como ¿por qué? y ¿cómo es? Con ella se crea una especie de red de conceptos y problemas que dan movimiento a la obra del filósofo, creando, recreando y estableciendo un plan de conceptos que presentan los significados del mundo y sobre el mundo.


No hay respuestas unánimes en filosofía. Para los presocráticos el objeto de estudio era el universo y la naturaleza, es decir, la cosmología, el estudio del origen y composición del Universo (cosmos, en griego), su organización y su origen. Actualmente, la cosmología es una rama de los estudios de la astronomía que se ocupa directamente del origen del Universo mediante el uso de dispositivos tecnológicos y cálculos físicos avanzados.


Para Sócrates, el objeto de estudio de la filosofía serían las cuestiones derivadas de la actividad humana como la política, el conocimiento y la justicia. Para los filósofos del helenismo, el período de dominio de la cultura griega en el mundo antiguo, tras la muerte del emperador Alejandro, era una doctrina que debía buscar la felicidad y el buen vivir.


La filosofía debe ajustarse al pensamiento cristiano, afirmaban los patrísticos, los primeros padres de la Iglesia católica dedicados a desarrollar una filosofía que acercara el pensamiento cristiano y el conocimiento religioso. Para los escolásticos, pensadores que buscaban conciliar la fe cristiana con un sistema de pensamiento racional, especialmente el de la filosofía griega, este acuerdo era necesario, pero sus ojos debían volverse a la observación de la naturaleza.



Los modernos problematizaron las ciencias y la forma en que los seres humanos reflexionan sobre ellas, además de especular sobre la política de su tiempo. Los contemporáneos, desde el siglo XIX hasta hoy, utilizaron la filosofía para pensar cuestiones de su tiempo, como las implicaciones éticas de la vida, el lenguaje, el uso de las tecnologías y el poder político, entre otras.


¿Para qué sirve la filosofía?


Mucha gente pregunta sobre la utilidad de la filosofía, y para otras ciencias y ramas del conocimiento esta pregunta no es frecuente. Controvertida ya menudo irónica, esta pregunta parece transmitir la idea de que esta zona es inútil. En cierto sentido y con base en el concepto contemporáneo de utilidad, la filosofía es realmente inútil, ya que no construye objetos, no crea cosas concretas, no interfiere inmediatamente en el mundo físico y no obtiene ganancias. Así que no sirve de nada.


En filosofía, cuanto más nos conocemos a nosotros mismos, más insatisfechos nos volvemos. Esto sucede porque la filosofía existe para inquietar, para asombrar. Ella no quiere crear comodidad, sino sacar a las personas de su zona de confort. Eso es lo que mantiene el pensar en movimiento y eso es lo que genera la evolución intelectual del mundo, aunque sea lentamente.


En todo momento, la filosofía nos relaciona con el conocimiento crítico. Lo creas o no, nos lleva de la mano al conocimiento y nos separa de la ignorancia. Y lo hace no con respuestas, sino con un superpoder intelectual imprescindible: hacer las preguntas adecuadas.


Algunos la consideran una disciplina inútil en una sociedad donde la ciencia, la tecnología e internet son los grandes protagonistas. Pero, en realidad, la filosofía se refiere a lo más profundo y genuino del ser humano. Nos ayuda a comprender nuestro entorno y nos ofrece respuestas para resolver nuestros conflictos existenciales.


Según la brasileña Marilena Chauí, escritora, filósofa y profesora de Filosofía Política y Estética de la Facultad de filosofía, Letras y Ciencias Humanas, tendemos a pensar erróneamente que algo que no tiene utilidad práctica no debería existir. Pero la filosofía se enorgullece de no formar parte de ese conjunto de ciencias prácticas que sólo sirven de puentes para la evolución de las técnicas.


El filósofo francés Gilles Deleuze (1925-1995) afirma que la filosofía no es subordinada. No sirve de base a otras ciencias y, si en algún momento esto sucedió, no fue por su voluntad. Esta rama del saber es autónoma, es crítica, está hecha por un pensamiento independiente. No sirve ni al Estado ni a la Iglesia. No sirve a ningún poder establecido. Sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece a nadie y no contradice a nadie no es una filosofía. Sirve para dañar la necedad, hace que la necedad sea vergonzosa. No tiene otro uso que el siguiente: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas.




La filosofía académica y sus áreas de estudio


Es la filosofía estudiada, enseñada y discutida en las universidades. Aquellos que estudian filosofía están perpetuamente comprometidos en preguntar, responder y argumentar sus respuestas a las preguntas más básicas de la vida. Cada pregunta respondida trae nuevas preguntas que serán o no completamente respondidas, lo que lleva a nuevas preguntas en un ciclo que nunca parece cerrarse. Para que esta búsqueda sea más sistemática, tradicionalmente se divide en amplias áreas de estudio.


Epistemología o teoría del conocimiento - estudia la naturaleza del conocimiento humano, sus fundamentos, variedades y límites. Hace una reflexión general en torno a la naturaleza, etapas y límites del conocimiento humano, especialmente en las relaciones que se establecen entre el sujeto indagador y el objeto inerte, las dos polaridades tradicionales del proceso cognitivo. En rigor, se refiere a la rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento científico; es el estudio crítico de los principios, hipótesis y resultados de las diversas ciencias, a fin de determinar sus fundamentos lógicos, su valor y su importancia objetiva.


Metafísica - es el área que estudia y trata de explicar las principales cuestiones del pensamiento filosófico, el fundamento común de todo lo que existe, el alma, Dios, el propósito de la existencia y el ser como ser, la causa y el significado de la realidad, y aspectos relacionados a la naturaleza.


Ética - campo de estudio dedicado a pensar sobre las acciones realizadas por los individuos y los principios que los guían. Estudia los principios que guían las acciones humanas, la capacidad de evaluar estas acciones y los fundamentos de los juicios morales. El estudio de la ética generalmente se ocupa de lo que debemos hacer y lo que sería mejor hacer. A medida que te detienes en este tema, surgen otros más importantes sobre lo que es bueno y correcto.


Lógica: estudia las formas de razonamiento correcto, diferenciándolas de las formas incorrectas y, a menudo, engañosas. Este es un aspecto importante en el estudio de la filosofía, es decir, comprender los argumentos o razones dadas en las respuestas a ciertas preguntas. Los filósofos emplean la lógica para estudiar la naturaleza y la estructura de los argumentos.


Ontología - rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser, la existencia y la realidad misma. Se clasifica como la rama general de la metafísica (a diferencia de la cosmología, la psicología y la teología, que son ramas específicas), ya que trata los temas más completos y abstractos del área. Por ello, es común que los términos ontología y metafísica se utilicen como sinónimos, aunque antología se inserta en metafísica.


Filosofía política - es una rama filosófica que tiene como objetivo comprender los problemas de la convivencia humana en todos sus aspectos, especialmente la relación que existe entre los grupos humanos y las instituciones de poder.


Filosofía del Lenguaje - es la rama que estudia la esencia y naturaleza de los fenómenos lingüísticos. Una de las principales características de la filosofía del lenguaje es la mayor diferencia entre el ser humano y los demás seres que existen en el mundo.


Estética - también llamada ciencia de la belleza o Filosofía del arte se dedica a estudiar y comprender desde la racionalidad lo bello tanto en las manifestaciones de la naturaleza como en las manifestaciones artísticas producidas por los seres sociales.


Teología - es el estudio de la fe y las religiones. El prefijo “theo” en griego significa “Dios”. Esta ciencia humana analiza cómo las creencias influyen en las culturas y sociedades, desde puntos de vista y contextos históricos.



Filosofía en el mundo actual


La filosofía tiene mucho que aportar a casi todas las cuestiones importantes del momento, como la ingeniería genética y sus riesgos; el derecho a la privacidad versus la seguridad colectiva; identidad de género; reconocimiento y respeto por las diferencias entre las personas; nuevas formas de participación ciudadana; desarrollo sostenible; la interculturalidad que promueve políticas y prácticas que fomentan la interacción, el entendimiento y el respeto entre diferentes culturas y etnias e incluso la inteligencia artificial. Todo tiene un trasfondo filosófico importante.


Muchas reflexiones de los filósofos clásicos siguen siendo válidas. Especialmente aplicables son aquellos que se centraron en la filosofía práctica. La filosofía sigue siendo un motor de cambio, crecimiento personal y desarrollo colectivo. Eliminarlo de nuestra vida significa limitarnos y agobiarnos. Si la verdad nos hace libres, la filosofía es el camino más directo para llegar a ella, aunque no sea el más corto ni el más agradable.


Filosofía y conocimiento científico


Desde un punto de vista pragmático, la filosofía también es necesaria para el avance científico. No solo para apoyar este tipo de conocimiento, sino también para explorar y aprovechar nuevos modelos de investigación y posibilidades tecnológicas. Piensa en la inteligencia artificial, los robots que vendrán pronto. ¿De verdad cree que se puede normalizar y promover el trabajo científico sin un apoyo filosófico?


Gracias a la filosofía se desarrolla el pensamiento analítico, la visión ética, la orientación moral y la capacidad crítica. Son habilidades esenciales en todo momento, pero especialmente en nuestra época, donde la desinformación y las falsificaciones son rampantes.


El pensamiento crítico y una mente abierta son esenciales para el desarrollo humano. La filosofía los alimenta y los estimula. Por eso es la base existencial de las ciencias, metodologías y teorías encaminadas a incrementar la sabiduría humana. Además de los avances tecnológicos y científicos, la búsqueda del conocimiento es continua y transversal. Sólo así, globalmente, el desarrollo humano se materializará en auténticas conquistas y avances, social, individual y científicamente.


Otro gran pensador, Manuel Cruz, catedrático de filosofía de la Universidad de Barcelona, ​​tras afirmar que la filosofía no ofrece la felicidad, hace una reflexión muy necesaria. "Descubrir, incluso con dolor, siempre es mejor que vivir en la oscuridad".


El francés Michel Onfray, fundador de la Universidad Popular de Caen, cuyo pensamiento se caracteriza por la afirmación de la razón, el hedonismo (doctrina moral y filosófica que predica la idea del placer extremo, que da sentido a la vida y a la existencia humana), y militante del ateísmo, advirtió a fines del siglo pasado que una filosofía sin aplicación práctica es inútil.


Finalmente, la española Marina Garcés, filósofa y ensayista española, catedrática de filosofía en la Universidad de Zaragoza, completó sin duda esta reflexión: La filosofía es un lenguaje fundamental para aprender a pensar críticamente. La filosofía no es útil ni inútil, es necesaria.


¿Tiene la filosofía un lugar en el futuro?


Es casi imposible no ver que la tecnología y la inteligencia artificial se desarrollarán cada vez más para transformar por completo nuestra calidad de vida. La historia demuestra que solo a través de la tecnología podemos llegar a este nivel de vida casi utópico.



Varias discusiones éticas, morales e incluso económicas sobre este tema ya están sucediendo porque la automatización constante puede acabar con muchos trabajos que conocemos hoy. Se estima que se perderán alrededor de 27 millones de puestos de trabajo en las próximas dos décadas. ¿Por qué una empresa contrataría a un empleado para hacer algo que un robot puede hacer mejor y a un costo mucho menor? Los camioneros, por ejemplo, ya no tendrán razón de existir ya que los camiones estarán controlados por inteligencias artificiales que no necesitan parar para dormir, que conducen siempre respetando los límites de velocidad en las autopistas y que no provocan accidentes por imprudencia. Esto, por supuesto, generará mucho debate y ahí es donde entra la filosofía. Hay una mezcla de miedo y esperanza sobre lo que la inteligencia artificial podría hacerle a nuestra especie en el futuro.


Los debates sobre soluciones a problemas futuros son relevantes porque el desarrollo de la tecnología siempre ha acabado con puestos de trabajo, pero ha creado otros nuevos. La Revolución Industrial fue el período de gran desarrollo tecnológico que se inició en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y se extendió por todo el mundo, provocando grandes transformaciones. Garantizó el surgimiento de la industria y consolidó el proceso de formación del capitalismo. Muchos pensaron que se acabarían los trabajos, incluso hubo un movimiento para destruir las máquinas.


Una cosa es cierta, la filosofía siempre existirá porque todos estos cambios implican un sinfín de cuestiones filosóficas y éticas. Puede ser que el hombre del futuro no se quede en el trabajo tanto como nosotros hoy. Con más tiempo libre, más tiempo tendrá para pensar en el pasado, presente y futuro. Para ello recurrirá siempre a la filosofía.



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