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¿Qué es la historia y para qué sirve?

Actualizado: 23 jul 2023

Historia y tiempo, tiempo e historia


La comprensión de lo que es la historia y la forma que debe tomar es flexible y abierta al debate. Los historiadores tienen ideas diferentes sobre cómo debe estudiarse, construirse, escribirse e interpretarse el pasado. Así, pueden abordar la historia de diferentes maneras, utilizando diferentes ideas, métodos y priorizando diferentes aspectos.


Por tanto, como en Filosofía, definir qué es la historia no es tarea fácil. Investigué mucho y opté por comenzar con la definición del profesor Vitor Soares, licenciado en historia por la Universidad de Barra Mansa y profesor de historia en la ciudad de Angra dos Reis. Vitor es el creador y presentador del podcast História em Meia Hora (Historia en media hora). En el episodio Qué es la historia, del 17 de abril de 2020, utilizó una forma muy dinámica para definir qué es la historia y que aquí describo de manera concisa. Comienza con la siguiente frase:


La historia es lo que la historia estudia para escribir la historia.


Como puedes ver, hay tres palabras "historia" en la oración. La primera de ellas se refiere al tiempo histórico. La historia no es sólo el pasado, sino el “tiempo”. Las pirámides de Egipto fueron construidas 2000 años antes de Cristo. La Revolución Francesa tuvo lugar a finales del siglo 18. Brasil fue tres veces campeón en 1970. El Covid 19 fue más fuerte en 2021. Mi último cumpleaños fue el año pasado. El ayer y el hoy también son pasado. Lo que hiciste hace diez minutos también es pasado, lo que una vez fue presente y futuro. El presente es el futuro de ayer y el hoy es el pasado de mañana. El tiempo nunca se detiene.


Llamamos tiempo histórico a las formas de organización social que creamos, a la percepción que tenemos de la transformación de los seres humanos ya las formas de organización de las sociedades humanas. Para saber quiénes somos hoy necesitamos saber quiénes fuimos en el pasado. Lo que decidimos hacer o no hacer hoy interfiere con lo que seremos mañana.


Estás leyendo este texto porque, en el pasado, inventaron internet. La construcción de redes de comunicación en el pasado es lo que hizo posible internet. Estas redes de comunicación se crearon antes para unir comunidades distantes y estas comunidades podían comunicarse gracias a la escritura. Por lo tanto, la primera vez que aparece la palabra “historia” en la oración se refiere al tiempo histórico. Actualizada, la oración se ve así:


El tiempo histórico es lo que la historia estudia para escribir historia.


Veamos ahora la segunda vez que aparece la palabra “historia” en la oración. En este caso, es quien está estudiando el tiempo histórico. Y quien estudia el tiempo histórico es la ciencia histórica. Se hace de diferentes maneras. Por ejemplo, las personas mayores pueden simplemente compartir hechos del pasado con personas más jóvenes. Esto es lo que llamamos tradición oral.


Antes de escribir, la humanidad solo contaba con la tradición oral para explicar el pasado. La escritura fue inventada por los sumerios unos 3000 años antes de Cristo. Anotaban cosas burocráticas como la cantidad de producción agrícola de la semana.


El pensador griego Heródoto fue el primero en transcribir historias que pasaban oralmente de generación en generación. Probablemente entre 450 y 430 a.C. escribió su único único y monumental libro, Historias. El título de la obra proviene de la palabra ἱστορίαι, creada por él y que significa “investigaciones”. Por tanto, Heródoto fue el primero en concebir un método histórico capaz de reconstituir y explicar la historia de su tiempo.


Esto revela la esencia del oficio de quienes se dedican al estudio de la Historia: la investigación, que, contrariamente al sentido común, no se basa sólo en documentos escritos y oficiales, sino en toda la producción humana que lleva consigo expresiones, ideas y necesidades de un tiempo determinado.


Debido a su trabajo, Heródoto se hizo conocido como el "Padre de la historia". Su obra trajo nuevos interrogantes y formas de buscar entender a los grupos humanos, dando lugar a un género literario que poco a poco se fue consolidando y al que llamamos historia.


Todo esto es obra de un historiador. Para hacer una investigación necesitas encontrar y seleccionar fuentes históricas. En general, todo lo producido por el ser humano puede ser utilizado por el historiador para investigar el tiempo histórico que le interesa.


Después de encontrar las fuentes históricas, el historiador hace lo que llamamos crítica documental. Articula la información en un intento de producir una comprensión de los acontecimientos pasados ​​a partir de la fuente histórica. De vez en cuando, aparece nueva información sobre el pasado o un nuevo historiador propone una reinterpretación de un evento determinado. Así avanza el conocimiento sobre el tiempo histórico. Ahora sabemos que la palabra historia también puede significar ciencia histórica. La oración ahora se ve así:


El tiempo histórico es estudiado por la ciencia histórica para escribir la historia.


Hay varias formas de compartir la información recopilada por los historiadores y la más utilizada es el libro. Esta producción es lo que llamamos historiografía, la tercera acepción de la palabra historia. La historiografía es el estudio de cómo se escribe la historia y cómo nuestra comprensión de la historia cambia con el tiempo. Este estudio considera los enfoques utilizados por los historiadores y busca comprender cómo y por qué difieren sus teorías e interpretaciones.


Si bien el pasado en sí nunca cambia, la escritura de la historia siempre está evolucionando. Los nuevos historiadores exploran e interpretan el pasado. La historiografía estudia las mejores formas de interpretar las fuentes históricas y las formas en que se escribe la historia. La historia es lo que se escribe sobre el pasado, con el objetivo de acercarlo lo más posible a lo sucedido. La oración ahora se ve así:


El tiempo histórico es estudiado por la ciencia histórica para producir historiografía.


O, más claramente:


La historia es el estudio del tiempo histórico a través de investigación histórica presentada por la historiografía.



Otras definiciones de historia


Como ya hemos visto, el término “historia” tiene su origen en la palabra griega historie, que tiene como concepto la idea de “investigación o indagación”, es decir, la comprensión que surge a través de la investigación. Es el estudio del pasado de la humanidad a través del examen crítico de registros, documentos, fotografías, películas, libros y cualquier otro soporte sobre hechos pasados ​​que afectaron a países y comunidades.


Para algunos estudiosos, examina la acción de los seres humanos durante un tiempo determinado e investiga sus comportamientos y sus consecuencias. También hay quienes sostienen que este conocimiento se dedica a investigar los cambios en las diferentes sociedades a lo largo de los años.


¿Para qué sirve la historia?


Revisar o estudiar el pasado cumple distintas funciones, desde acumular el propio conocimiento hasta comprender el presente. Sólo estudiando cómo sucedieron las cosas en el pasado podemos comprender la configuración de la realidad actual. Es por esto por lo que el pasado (remoto o reciente) es muchas veces el punto de partida para el estudio de un tema determinado. La historia, por lo tanto, sirve para:


Extraiga evidencia y significados de diversas fuentes - investigue, localice e interprete material escrito, artefactos, fuentes orales, digitales y visuales. La capacidad de examinar y comparar datos variables permite distinguir la verdad, la mentira, la manipulación y la distorsión de hechos y objetivos.


Evaluar interpretaciones conflictivas - estudiar sociedades y experiencias humanas es lidiar con contradicciones, ambigüedades, conflictos e intereses divergentes que han interferido en el pasado. El estudio de la historia es un laboratorio de formación para identificar y evaluar situaciones conflictivas que operan en el presente – en la política, la sociedad, la cultura – brindando subsidios para distinguir objetivos, percibir cambios o continuidades e identificar tendencias.


Analizar cambios y continuidades - la historia no estudia el pasado muerto y acabado, sino los cambios ocurridos, sus causas y desarrollos, su magnitud e importancia en el proceso histórico. Es una habilidad esencial para comprender nuestro mundo actual en constante cambio. Las transformaciones ocurridas en el pasado brindan pistas que ayudan a reflexionar sobre los cambios que se requieren en el presente. Así, es posible evaluar si un determinado factor genera cambios profundos o superficiales. El aprendizaje de la historia permite evaluar, por ejemplo, en qué medida una innovación tecnológica, una nueva política educativa o una rebelión social son, de hecho, generadores de cambios significativos o sólo han reorganizado viejas estructuras.


Relacionar y confrontar diferentes tipos de evidencia - el estudio de la historia desarrolla una visión más amplia de los eventos al establecer conexiones entre diferentes factores en un intento por comprender cómo interactúan. También trata sobre diferentes interpretaciones y versiones de temas, culturas y pueblos. Esto permite confrontar puntos de vista y comprender situaciones más complejas en las que es necesario “mirar el bosque y no solo el árbol”.


Producir conocimiento y resolver problemas - la investigación histórica es a menudo un salto en la oscuridad. Los historiadores casi siempre encuentran preguntas sin respuestas. Es como armar un rompecabezas gigante sin una imagen que sirva de guía. Deben evaluar su evidencia, seleccionar información relevante y confiable, buscar referencias para piezas faltantes de su investigación, desarrollar argumentos respaldados por teorías confiables. El estudio de la historia produce conocimientos para resolver problemas señalados por los grandes interrogantes que guían el trabajo del historiador.


Uso de múltiples conocimientos de diferentes ciencias - la historia se interesa por todos los aspectos de la vida humana, lo que abre una amplia gama de temas y enfoques de investigación. La investigación histórica utiliza conocimientos e ideas de otras ciencias como la antropología, la arqueología, la geografía, la psicología, la lingüística, etc. Es una ciencia con múltiples dimensiones: hay historia de la música, matemática, ciencias, medicina, derecho, educación, religión e incluso historia de la historia.


Argumentar y expresarse en diferentes idiomas de forma clara y razonada - La historia trabaja con una enorme diversidad de documentos: textos, fotografías, caricaturas, gráficos, tablas, mapas, artefactos, audios, artes visuales, etc. Esto le permite al historiador usar diferentes lenguajes, leer críticamente y cuestionar todo el material que examina. Las habilidades de los historiadores son más necesarias que nunca en un mundo plagado de noticias falsas. A partir del material recopilado y analizado, el historiador formula y defiende sus ideas con enunciados claros, ordenados, fundamentados y comprensibles.



La conciencia histórica


La historia es fundamental para despertar y fortalecer los lazos de cohesión en una comunidad. La conciencia histórica es un elemento crucial para superar las marcas del pasado que generaron desigualdades, prejuicios y estigmas sociales. El conocimiento histórico instiga al individuo a cuestionar su propio mundo y buscar formas de mejorarlo. Inspira a las personas a reconocer la importancia de la ética, la tolerancia, la empatía, la acogida y la valoración de la diversidad.


Ella nos enseña lo que significa ser humano, destacando los grandes logros y los desastrosos errores de la raza humana. También nos enseña con el ejemplo, dándonos consejos sobre cómo podemos organizar y gestionar mejor nuestras sociedades en beneficio de todos.


Además, la comprensión histórica de los hechos nos ayuda a reflexionar sobre la convivencia en sociedad. También ayuda a comprender las diferencias entre culturas y países, valorando los caminos que llevan a determinados grupos sociales a actuar de una forma u otra, así como a desarrollar el pensamiento crítico.


¿Cómo trabaja el historiador?


El historiador es una persona que analiza, interpreta e investiga el pasado a través del análisis de documentos históricos. Su obra principal es la investigación histórica. Escribe artículos y libros basados ​​en sus estudios e interpretaciones. Primero, reúne información recopilada de archivos, artefactos, libros, documentos y registros escritos. Luego analiza los datos de esos documentos.


El historiador busca cosas que confirmen la autenticidad de los documentos recogidos. También busca formas significativas de comprender la historia basándose en artefactos. El objetivo principal de su investigación histórica es ayudar al público a comprender los acontecimientos históricos y las culturas pasadas.


Muchos historiadores usan lo que aprenden para educar al público. Lo hacen a través de artículos de revistas y periódicos, presentaciones y registros escritos. Presentan los hallazgos de sus investigaciones históricas a grupos grandes y pequeños. Su audiencia puede provenir de inversionistas, organizaciones sin fines de lucro o el público en general.


El conocimiento histórico es acumulativo, es decir, lo que estudia un historiador sirve de fuente para futuros historiadores. El estudio de la historia se especializa en un tema o región específicos, por lo que es posible hablar sobre la historia de casi cualquier cosa. No debe confundirse con la historiografía, que es el estudio de cómo se escribe la historia.


Todo historiador es, en esencia, un investigador. Conoce los procesos de construcción del presente en todos sus ámbitos: el cultural, el económico, el político, etc. Por lo tanto, tiene una alta capacidad para analizar cuestiones complejas y abstractas que influyen y dictan el rumbo de nuestras vidas, aunque no lo percibamos explícitamente.


Los historiadores son, por tanto, individuos que estudian la vida, la trayectoria humana en el tiempo, sus relaciones, tradiciones, sentimientos y acciones. Comprender cómo hombres y mujeres construyeron este mundo hasta el presente es una herramienta importante para mejorar el mundo que crearon nuestros antepasados.


Ciencias auxiliares de la historia


La historia es una de las disciplinas más antiguas creadas por la humanidad, y quizás una de las más especializadas posibles. El enfoque histórico se puede aplicar a prácticamente cualquier realidad, incluidas otras ciencias y disciplinas, ya sea el arte, una nación o el universo mismo. Las ciencias auxiliares de la historia son aquellas que colaboran con ella en la interpretación de sus fuentes documentales. Algunas de ellas son:


Arqueología - una de las disciplinas científicas que estudia las relaciones entre la cultura material y las sociedades establecidas a largo plazo. Proporciona nuevos descubrimientos y contextos desde los que pensar el pasado.


Antropología - área de estudio de las ciencias humanas que pretende investigar los orígenes y características del ser humano de la manera más amplia posible. Es una rama de las ciencias sociales que estudia al ser humano y su origen de manera integral.


Etnografía - especialidad de la Antropología, cuyo objeto es el estudio y descripción de los pueblos, su lengua, raza, religión y manifestaciones materiales de sus actividades. Proporciona datos antropológicos y sociológicos útiles para utilizar el presente como referencia al pasado.


Astronomía - es la ciencia más antigua del mundo. Investiga los cuerpos celestes en su estructura, formación y ciclo de vida, además de los fenómenos que suceden en el Universo. Permite comprender la organización cosmológica de las culturas antiguas, muchas de las cuales tenían sus propios calendarios.



¿Qué es la arqueología?


La arqueología es la ciencia que estudia las huellas materiales de la presencia humana, ya sean antiguas o recientes, con el objetivo de comprender los más diversos aspectos de la humanidad. Puede decirse que el arqueólogo es el detective que tiene la obligación de investigar los más diversos tipos de restos materiales para comprender el contexto de las actividades humanas en un tiempo y espacio determinados. Para este tipo de trabajo, el arqueólogo debe tener un buen conocimiento de las ciencias humanas, las ciencias biológicas, las ciencias de la tierra e incluso las ciencias exactas. El arqueólogo es quizás el científico más interdisciplinario y multidisciplinario que puedas encontrar.


En estos ambientes, profesionales del área utilizan técnicas para buscar objetos y huellas de pueblos antiguos. Además, los sitios que reciben grandes obras como centrales hidroeléctricas, carreteras y subterráneos también son objeto de trabajo de los arqueólogos. Realizan investigaciones previas al inicio de las obras, excavan y rescatan el pasado a través de la conservación y estudio de los materiales encontrados.


Corresponde al empresario (obligatorio por ley) contratar un equipo de arqueólogos para realizar la asesoría local, verificar la presencia de sitios arqueológicos, diagnosticar el impacto y realizar el rescate del material que se encuentre. En algunos casos y dependiendo de la importancia de los “hallazgos”, el arqueólogo debe, junto con el emprendedor, replantearse la realización o no del emprendimiento.


Las raíces de la arqueología se remontan a los egipcios y griegos. Pero la ciencia solo evolucionó cuando surgieron herramientas más elaboradas y se idearon técnicas de excavación. Uno de los primeros en desarrollar la arqueología fue el filósofo inglés John Aubrey (1626-1697). No solo hizo descubrimientos arqueológicos, sino que también fue pionero en el registro de artefactos del famoso y misterioso monumento de piedra de Stonehenge, ubicado en el sur de Inglaterra.


A lo largo de la historia, otros investigadores se han aventurado en investigaciones y excavaciones para desentrañar el pasado de diversas culturas. Algunos de los grandes sitios arqueológicos son marcas de las historias de civilizaciones antiguas reveladas al mundo, como la ciudad de Creta, en las islas griegas, Machu Picchu en Perú y las pirámides de Egipto. En Brasil, la arqueología surgió junto con otras disciplinas de la historia natural y tomó fuerza a fines del siglo XIX, cuando ya existía la República. Aquí las culturas indígenas fueron las primeras en ser estudiadas y aún hoy revela sorpresas a los arqueólogos.


Lo que llamamos restos arqueológicos son los objetos materiales identificados en los yacimientos arqueológicos. Un sitio arqueológico es básicamente un lugar donde hubo alguna ocupación humana en el pasado. Los artefactos hechos de piedra y cerámica son algunos de los más encontrados en estos sitios antiguos, así como representaciones de rocas y restos óseos, ya sean humanos o animales.



Los estudios sobre esqueletos humanos son importantes para que comprendamos cómo nos volvemos biológicamente altos, bajos, negros, blancos, etc. A través del estudio de los restos de comida, entendemos cómo practicamos nuestra producción de alimentos hasta el día de hoy y descubrimos formas de alimentación que habían dejado de existir y que aún pueden ser útiles. Estos estudios sobre artefactos ayudan a comprender cómo se han desarrollado las tecnologías y cómo descubrimos aspectos culturales de los que podemos aprender y tomar como ejemplo para las generaciones futuras.


Los arqueólogos pueden trabajar en museos, curando exposiciones y colecciones arqueológicas, además de poder contribuir a la restauración de objetos. También hay investigaciones académicas, realizadas por instituciones brasileñas en museos y universidades con sus departamentos de arqueología, antropología, historia, biología, geología y otras áreas afines.


Documentos históricos, las herramientas del historiador


Los documentos son, por excelencia, la herramienta de trabajo del historiador. Al elegir el tema de su investigación, hace un levantamiento bibliográfico y lee las producciones de otras personas sobre el tema. Luego va en busca de fuentes, plantea dudas y preguntas que deben ser resueltas. El documento, por sí solo, no dice absolutamente nada; el historiador debe problematizarlo, lanzarle preguntas, para que pueda descubrir las respuestas.



Al delimitar su investigación, busca pistas sobre un determinado tema que abordará. Tus fuentes pueden ser las más diversas: una fotografía, un diario, una agenda o un menú, entre otras. Hay tres tipos principales de documentos:


Documentos textuales – huellas escritas;

Documentos orales – huellas habladas;

Documentos visuales – vestigios de imágenes.


Todas las huellas del pasado, ya sean voluntarias o no, están sujetas a análisis histórico. De hecho, cualquier cosa, ya sea un texto, un objeto, una fotografía, una estatua o una silla vieja, son vestigios del pasado. Pero no todos estos objetos son documentos. Lo que transforma la huella en documento (o, si usamos el lenguaje historiográfico, en fuente) es precisamente el uso que de ella hace el historiador, es decir, como el historiador escoge una huella para analizarla, extrayendo información sobre un tiempo determinado, se convierte en un documento. (Santiago; Araújo; Grinberg, 2011, p. 165).


La mayoría de las veces, el pasado se utiliza para comprender el presente o como una herramienta para reconstruir el presente, como afirma Hobsbawm (2013). El objetivo no es copiar el pasado o predecir el futuro, sino comprender cómo se produjeron las transformaciones a lo largo del tiempo, porque, como Marc Bloch, un historiador medievalista francés y uno de los fundadores de la Escuela de Annales, definió la historia (2001, p. 55), es la “ciencia de los hombres en el tiempo”. Es el hombre mismo quien hace la historia y quien la cuenta, quien va en busca de huellas para ser estudiadas y reconstruidas.



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